Un troll dona más de 50.000 dólares a varios usuarios de Twitch y PayPal rechaza devolverle el dinero, Jodete Antonio!! xDDD
Twitch ha visto a algunas personas que parece que son familiares del Tío Gilito por la cantidad de dinero que donan a algunos usuarios. Normalmente estas cantidades desorbitadas suelen rondar, como mínimo, entre los 100 y 500 dólares, aunque de vez en cuando algunos echan mano de todo lo que tienen en sus bolsillos para donar incluso miles de dólares.
El último caso que ha llamado especialmente la atención ha sido el de iNexus_Ninja, un troll que decidió donar más de 50.000 dólares que repartió entre varios streamers de Twitch. A algunos les llegó a entregar poco más de 1.000 dólares. En cambio a LegendaryLea, por ejemplo, le mandó tantas donaciones seguidas que juntas sumaban más de 11.500 dólares, lo que causó que hasta ella misma se pusiese a bailar en directo de la alegría que le dio.
El troll seguro que estaba partiéndose de risa mientras veía como algunas de sus víctimas, entre las que estaban NoSleepTV, Sodapoppin o Dizzykitten, lo celebraban por todo lo alto, otros se quedaban boquiabiertos y otros creían que se trataba de un error. Lo cierto es que no, todas las donaciones eran reales, aunque lo que pretendía iNexus_Ninja era cancelar la transferencia y solicitar a PayPal que pasado un mes le devolvieran el dinero.
Sin embargo, lo que seguro que no se esperaba en absoluto es que PayPal le fuese a mandar a paseo y decidiese rechazar por completo la devolución de las decenas de miles de dólares, por lo que la jugarreta le salió bastante mal. Según ha señalado en su cuenta de Twitter, en la que aparece que se llama Anthony Archer, un australiano de 18 años, se dedica a jugar al blackjack en casinos, donde asegura que es capaz de ganar unos 4.000 dólares australianos (unos 2.600 euros) al día.
En Reddit han indicado que escribió un tweet (ahora ya está borrado) en el que puso que utilizó la tarjeta de crédito de sus padres para realizar las transferencias. La verdad es que no se sabe si habrá aprendido o no la lección, pero lo que es seguro es que el cabreo que tienen que tener sus superiores con él debe ser descomunal. Al menos hay que reconocer que gracias a su trolleada fallida ha hecho feliz a unas cuantas personas.