Imagina un caza de última generación volando más allá de la velocidad del sonido. Tiene en el radar a un viejo F-15, incapaz de detectar su presencia más allá del horizonte. Aminora, fija el blanco, suelta sus misiles y aguarda el inevitable resultado. De repente, el F-15 Eagle dispara un láser de 120 kW contra cada misil, los derriba sin realizar la más mínima maniobra de evasión y sigue volando.
Es el escenario que contemplan las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos para el cercano 2020: el primer paso para que contemos con nuestros propios Ala-X en un futuro denominado «la Guerra Aérea de quinta generación», y que podría cargarse de un plumazo los cazas tal y como los conocemos.
Las armas láser ya no son fantasía
«La tecnología ya ha madurado lo bastante y ha llegado a un nivel en el que podemos usarla [en cazas]». El ingeniero Kelly Hammet, responsable del programa en el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea, ha declarado a CNN que el salto de imaginación a aviones de combate surcando los cielos está casi listo para entrar en acción. El sistema HELLADS (High Energy Liquid Laser Area Defense System: Sistema de Defensa Aérea de Láser Líquido de Alta Energía) prevé que entre 2020 y 2022, un caza podría entrar en acción armado con un láser de 120-150 kW.