El pasado jueves 10 de Marzo el Profesor José A. Esteban impartió la conferencia “¿De qué están hechos los recuerdos? ¿Y dónde se guardan?” en el Forum Achucarro del Basque Center for Neuroscience. En ella el Biólogo e investigador del CSIC habló sobre la plasticidad sináptica y el desarrollo de aplicaciones terapéuticas para enfermedades como el Alzheimer.
Pensando en el contenido de la charla lo primero que me vino a la memoria fueron un par de artículos recientes. Por un lado el tuit de Vala Afshar, Chief Digital Evangelist en Salesforce.com, comentando el estudio de Constellation Research sobre la importancia del Big Data, la Analítica y la Minería de Datos, en este momento de la historia en el que el 90% de los datos que hay en el mundo fueron creados en el último año.
Por otro lado la creación por parte de científicos de la Universidad de Southampton en Reino Unido de un nuevo formato de datos que almacena información en nanoestructuras de cristal ha conseguido un tiempo de vida esperado de 13.800 millones de años de supervivencia esperada para dicho soporte.
¿No sabes donde almacenar 360 terabytes de datos y que tengas que ponerlos a 190º de temperatura? ¡Sin problemas! Tenemos el disco duro perfecto para ti gracias a una técnica de almacenamiento 5D, demostrada científicamente. Así que, ¿cuánta información podemos recordar? ¿Será más o menos que la que se puede generar en una vida? ¿Y que la que se ha generado en toda la historia?
Para estimar cuánta información se podía llegar a generar, nada mejor para ello que buscar a los referentes en procesamiento de información. En 2011 Eric Schmidt, Consejero Delegado de Google, esa empresa que quiere ordenar la información del mundo para hacerla accesible, dijo que la humanidad generaba 5 exabytes de información única cada dos días en Internet.
¿Qué cuánto es eso? Bernardo Hernández puntualizaba por estos lares que es tanta información como desde el principio de la historia hasta el año 2003, toda junta, a la vez, sin anestesia. Como había gente a quién no le terminaba de cuadrar la cifra la revista Science se decidió a volver a calcular, concluyendo que hemos generado hasta el 2011 unos 600 exabytes. ¿Y cuánto es un exabyte? Mucho.
1000 kilobytes = 1 Megabyte
1000 Megabytes = 1 Gigabyte
1000 Gigabytes = 1 Terabyte
1000 Terabytes = 1 Petabyte
1000 Petabytes = 1 Exabyte
1000 Exabytes = 1 Zettabyte
1000 Zettabytes = 1 Yottabyte
1000 Yottabytes = 1 Bronobyte
1000 Bronobytes = 1 Geopbyte
Así que claro, una habilidad que empieza a ser imprescindible para sobrevivir en este entorno moderno es una memoria hipertrofiada, digan lo que digan. Por lo tanto necesitaba tener una idea de nuestra capacidad máxima de memorizar para poder determinar si cabe todo lo que generamos o no.
Robert Birge, profesor e investigador de la Universidad de Connecticut que analizaba la capacidad de almacenamiento de las proteínas, la estimaba entre 1 y 10 Terabytes en el año 1996, presuponiendo que una neurona era un bit. Más cerca en el tiempo, en el año 2008, consideraba en una entrevista para la radio que en realidad podría ser algo más cercano a 30 o 40 Terabytes, dado que el cerebro no almacena información del mismo modo que un ordenador.
En cualquier caso parece insuficiente para alcanzar nuestro objetivo así que hay que buscar alguna solución. Por una parte es esperanzador recordar que el cerebro olvida cosas, dejando sitio para nuevos recuerdos. Todos tenemos cosas que queremos olvidar (los mayores de 40 años menos porque no hay fotos comprometedoras nuestras en Internet de cuándo éramos jóvenes, no por otro motivo). Pero también es cierto que podríamos olvidar lo que no debemos.
No, en estos temas mejor apostamos por el síndrome de Diógenes de los recuerdos, no se nos vaya a olvidar alguna efeméride importante para nuestra pareja, como su cumpleaños o el día de San Valentín.
Así que probamos a seguir preguntando para descubrir que según con quién hablemos podemos alcanzar la cifra mágica del Petabyte. El cálculo en este caso viene de estimar 100.000 millones de neuronas con 1.000 conexiones sinápticas cada una, tomando cada conexión en vez de cada neurona por 1 bit.
La confirmación nos llega por un equipo de investigadores del Instituto Salk liderados por Terry Sejnowski estimaba en un paper publicado en eLife a principios de 2016 que se podía considerar pasar del tera al peta sin problemas dado que las sinapsis no eran todas iguales, y que los diferentes tipos podían permitir estimar hasta 4,7 bits de información por cada una.
Es más, en algunos casos se habla incluso de un máximo de 2.5 Petabytes. Paul Reber nos da una idea del impacto de esta diferencia en capacidad en un artículo en Scientific American.
En él este profesor de sicología en la Northwestern University explicaba que esta cantidad permitiría almacenar 300 millones de horas de televisión. Claro, lo que no decía es que no era en HD, por lo que no creo que con esa calidad podamos sobrevivir a nuestro reto: 1 petabyte en calidad HD apenas son 13.3 años de vídeo, muy poco si buscamos el amor verdadero y para toda la vida.
¿Hay ganas de leer más? Aquí encontrareis el articulo completo, que es muuuuucho más largo.. xDDD